Germano Raddi: Mi Historia de Amor y Triathlon

Ante una tragedia, más o menos importante, cada uno de nosotros tiene su propia reacción personal e incuestionable. Hay quienes caen en el desaliento más profundo y quienes, como yo, han tenido otro tipo de reacción.

Aquella mañana estaba haciendo, como siempre, lo que más amaba. Parecía un entrenamiento como todos los demás, ir en bicicleta por las calles de alrededor de casa, pero algo estaba destinado a cambiar mi vida para siempre. Un automóvil me atropelló, obligándome a pasar los siguientes meses en una cama de hospital, quitándome para siempre la oportunidad de correr y practicar triatlón.

Comencé a imaginar que podría seguir afrontando mis pequeños desafíos y perseguir mis metas con las piernas de los demás, ganar con los corazones de los demás y seguir viviendo las emociones a través de sus historias. Al igual que lo hago todos los domingos en invierno, cuando acompaño a mi hijo a esquiar (que era una de mis mayores pasiones como el triatlón) y estoy allí esperándolo todo el día y luego comparto descensos, saltos y caídas con él. Escuchar las historias de mi hijo me hace revivir las mismas emociones que sentía cuando esquiaba, realmente lo disfruto y me hace feliz.

Yo, que soy un soñador, veo la vida como un viaje hecho de sueños que hay que perseguir, y tratar de hacerlos realidad es equivalente a vivir.
Entonces, cuando mi vida repentinamente tomó un camino diferente e inesperado, decidí que mi nuevo trabajo habría sido continuar haciendo realidad mis sueños, ¡pero a tiempo completo!
Comencé contactando a viejos amigos triatletas y otros jóvenes atletas con talento que conocía superficialmente, sabiendo que en ausencia de una sociedad que estuviera preparada para apoyarlos no podrían continuar haciendo triatlones, cultivando su sueño.

Así es como comencé a trabajar en el proyecto que tenía en mente, y comencé el Team 707, hoy uno de los mejores equipos y escuelas de triatlón de Italia.
Ahora mi compromiso es crear las mejores condiciones posibles para mis jóvenes atletas, a fin de ofrecerles la oportunidad de expresar su talento y vivir de lo que los hace felices.
Un poco como lo que yo soñaba también, y que sigo haciendo de esta nueva forma.

Nuestro proyecto es hacer de estos atletas un ejemplo para todos los jóvenes, porque encuentren las fuerzas en las dificultades diarias, porque aprendan a sudar para alcanzar sus objetivos, porque, como debe ser, continúen soñando con llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.