Herman Buhl, un descenso todo cuesta arriba
¿Dónde termina la subida? Cuando era pequeña estaba tan frágil que en el orfanato casi no me dejaron salir por miedo a enfermarme. Entonces, un día, con un par de zapatos y el tendedero, corrí hacia las montañas. Desde entonces siempre he vivido en alturas …
Todos me recuerdan que soy el primero en escalar dos montañas por encima de ocho mil, el primero en un estilo rápido y ligero: no hay transportistas de gran altura, solo la tienda en la mochila, con total autonomía. Como ciclista en la carrera, siempre me ha gustado escalar solo, rápido en mi ligereza.
Pero la empresa más hermosa que hice en 1952, comenzando en bicicleta desde Innsbruck (Austria) para escalar el famoso Pizzo Badile en Val Bregaglia (Suiza). Tenía dos días de descanso antes de volver al trabajo y di lo que pude en los 170 km de caminos mal pavimentados. El muro tenía mil metros de altura, más bien vertical y se extendía en 3 días. Solo y sin cuerda lo subí en 4 horas …
En la prisa de regresar, tal vez por cansancio me dormí en los pedales que terminaban en el río Inn. Hubo poco de lo que te ahogaste en casa y desde entonces he entendido que la cima de la escalada no es más que un punto de inflexión.
La vida, el amor, son continuas subidas y bajadas hechas de subidas duras y descensos peligrosos.
El único objetivo real es llegar a casa.
Vittorio Mazzocchi